Why use the word when the word means the beast?



domingo, 20 de junio de 2010

Words spill from my drunken mouth...

...i just cant keep them all in

Bueno pues después de haber convertido mi habitación en un espacio relativamente habitable, me dispongo a realizar la segunda parte de mi crónica del concierto.

Enfundado en una gabardina camel y pitillos negros, una de las mejores voces, a mi parecer, del panorama musical actual hizo acto de presencia en el escenario. Grandes éxitos como An end has a start, el conocidísimo Munich y Bullets se entremezclaron con sus nuevas melodías como Bricks and Mortar y una de mis preferidas Eat Raw Meet=Blood Drool.

Pero no era solo las canciones escogidas si no la manera en que las interpretaban...era ver al señor Smith como loco saltando de un lado para otro, desviviéndose en cada canción, con cada grito (que dio unos cuantos) tranmitiendo tantas cosas...haciendonos creer o al menos haciéndome creer a mi todo lo que cantaba.

Si tuviera que comparar una carga emotiva, una implicación sólo podría compararlo con Anathema, aunque no tengan nada que ver, son los grupos que más me han calado en concierto. No digo que Muse no lo hicieran o los Arctic o incluso Placebo, pero sólo han sido esos dos grupos los que me han hecho emocionarme de verdad.


Cuando vi a Tom sentarse en el piano con la guitarra a la espalda comenzando a tocar las primeras notas de The Racing Rats, pensé que ya podría morir tranquila. Esa canción significa tanto para mí...y el hecho de que la tocasen fue simplemente lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo.

Me daba igual ser la única que gritaba y saltaba por la zona, me dio igual tener que pasarme 45 minutos de puntillas para poder ver algo (con su consiguiente rotura fibrilar de gemelo) ser capaz de verlos compensaba todo.

Si antes me encantaba ahora los amo, esa manera de tocar, el constante movimiento, sus estrambóticos gestos...en más de una ocasión pensé que se enredaba con un cable y se la pegaba. Realmente disfruté. Me encantaría poder volver a verlos. De hecho volvería a pagar 50 euros por verlos solo a ellos, no me importaría, porque si eso hicieron de teloneros...ni me imagino qué harían como principales...


Tras esta crítica completamente subjetiva, que empezó como una crónica y ha acabado pareciendo el testamento de una grupie, solo me queda decir:

Lo mejor: The Racing Rats y los movimientos de Tom
Lo peor: los cuatro maleducados gilipollas lanzando botellas de plástico desde detrás

Escuchando: The Racing Rats - Editors

1 comentario:

  1. ¡Heyy!

    Madre mía, antes de decir nada relacionado con la entrada tengo que admitir que esto me recuerda mucho, ¿qué mucho? Muchísimo a cuando nos pasábamos horas comentándonos el flog y llenándolo de comentarios para que el resto de personas que viniesen no pudiesen escribir nada jajaja.

    Y con respecto a la entrada.... De verdad que tengo que darte la razón. No hay ni punto de comparación en cuanto a escuchar una banda digitalmente, que cuando la escuchas en directo. Ese espectáculo de luz, sonido, la compañía, y pensar que tantas, pero TANTAS almas se encuentran reunidas en un mismo sitio con el mismo propósito de disfrutar tan solo (¿tan solo?) de lo que es un rato de despeje y júbilo sabiendo que compartís los mismos sentimientos al escuchar la melodía, las letras, y las cantáis a pleno pulmón, a voz en grito, aunque eso suponga quedarte sin voz.....es único e inigualable. Te hace sentir parte de algo e identificado de tal forma que piensas que solo cantan para ti. Que expresan lo que muchas veces tú no te atreves y por dentro te maldices por ello.

    Me encantan los conciertos. Me hacen sentir bien, sentir cómodo, con ganas de saltar y explotar de la emoción.

    Saludos,

    Presente Efervescente.

    ResponderEliminar