this life isn't mine
Bueno bueno bueno, me hallo en mi pueblo, un lugar que de tranquilo resulta aburrido. Perfecto para reponerte de los días de aguarrás y las noches de alcohol, sí, visto así resulta hasta atractivo, pero mi cuerpo no dice lo mismo que mi mente...mataría por una noche de tranqui.
Hasta entonces me dedico a reflexionar en este espacio aislado sobre los acontecimientos que en mi hábitat natural soy incapaz porque me siento como un autista en el metro, demasiados estímulos causan tantos disturbios en mi cabeza que me impiden racionalizar las cosas con claridad.
En fin, no voy a hablar de mi pueblo, basta de palabrería y vamos a lo que vamos...seh, por fin, escaneé (fotografié) esos míticos bocetos que ocupan mis 15 minutos antes de acostarme, el arte es la mejor terapia y el mejor somnífero, espero que me haga efecto cuando vuelva a casa.
The Killing Moon - Echo and the bunnymen (bastante antiguo, primero de mi lluvia de ideas, directamente a boli)
Love will tear us apart - Joy Division (directamente a boli con acuarela roja)
Yeah, no son gran cosa pero les tengo especial cariño por la inmediatez del boli, la imposibilidad de borrar un trazo, si te equivocas sigue ahí, recordándote tu error...es como en la vida, si te equivocas, el error permanece.
Escuchando: Smokers Outside the Hospital Doors - Editors
¡Heyy!
ResponderEliminarMe gusta eso que dices de la permanencia del boli, de que si te equivocas, el error permanece. Me ha ce pensar en cuando actuamos impulsiva, instintiva, o irracionalmente haciendo las cosas sin pensar, y después de hecho nos damos cuenta de la absurdez que hemos hecho. Pero en ese momento, sin pensar, sin permitir que la conciencia nos invada mientras la tenemos encerrada bajo llave, nos parece de lo más coherente todo lo que hacemos.
Es cierto que en muchas ocasiones a todos -o a mí por lo menos- nos gustaría poder actuar así. Nos encantaría poder decir: 'Hoy la conciencia se queda en casa, voy a ser un chico malo.' Pero no sabemos hacerlo. ¿O es que no queremos? A pesar de todo vivimos genial en ese mundo dictatorial donde la mente nos gobierna sobre todo lo demás. Hasta que sufre un motín del corazón, y éste, creyendo que lleva razón, lo echa todo por tierra y luego los Men In Black de la conciencia tienen que ir limpiando manchas de sangre, curando heridas y afrontando errores.
En el fondo, vivimos muy bien engañados, digan lo que digan. Y si no, vuelve a escuchar la canción Dios por dios es cuatro, de Love of Lesbian : ).
PD: Con respecto a las fotos, quiero decir, a lo que has escaneado, me gusta más el segundo por la expresión en la cara del personaje, esa mirada dice mucho, muchísimo. Transmite una sensación de angustia abrumadora. En cuanto al primero, no sé cuál fue la interpretación que el dabas al dibujarlo, pero a mí me recuerda a esas veces que te miras en el espejo con el afán de ver algo diferente, porque la persona que ves es una persona que otrora reconocías, pero que en ese momento te resulta una completa extraña, que te observa desde el otro lado del cristal con mirada fija, escrutándote tratando de encontrar una similitud entre tu persona y ella misma. (Fíjate, ya tengo algo para escribir en otra ocasión xD.)
Saludos,
Presente Efervescente.